A mediodía de un domingo de invierno lleno de sol, día de Santa Lucía, patrona de los que llevamos gafas, según relataba en San Pedro Javier Gómez Cuesta a los escolares, el Muro de San Lorenzo, zona central se entiende, era una zona de sombra, que no es mala cosa en vísperas electorales. Las últimas encuestas han hecho su aparición a una semana justa de que las urnas se abran. Dentro de una semana habremos salido de dudas sobre los resultados, pero no sobre las coaliciones que resultarán claves para la gobernabilidad.

A mediodía del domingo previo a las elecciones, los partidos de la nueva política repartían pasquines y globos por el Muro de San Lorenzo de Gijón. Los partidos de la nueva política, según dicen ellos mismos, usan fórmulas propagandísticas de la primera Transición. Curiosa fórmula para acercar sus postulados al elector. Los partidos de la vieja política, según los rivales, apostaban por los coches y las furgonetas con altavoces que repetían músicas y eslóganes.

Gijón aparece en sombra en las promesas electorales. Si Asturias está en sombra, cómo no va a estar la ciudad. La campaña no se ha centrado en promesas cercanas, sino que se está batiendo sobre aspectos que nos quedan un tanto lejanos. No hay hueco en los debates televisivos para bajar al detalle de regiones o ciudades. Esta noche, desde la Academia de Televisión, nos ofrecen el debate a dos con los otros dos analizando en una cadena que quiere llevar la iniciativa electoral. No hay sitio para el detalle.