La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Alberto Menéndez

Demasiado encorsetados

No les vendría mal a los candidatos a la Presidencia del Gobierno, y no digamos nada al resto de integrantes de las listas electorales, tener un poco más de libertad para afrontar la campaña. Con más soltura, con menos encorsetamiento. Todos, porque todos están demasiado pendientes de lo que diseñan los estrategas de cada fuerza. Tanto control harta. Es notoria la falta de naturalidad.

Por eso resultó tan extraño, tan sorprendente, el cara a cara entre el número uno de los populares, Mariano Rajoy, y el líder del PSOE, Pedro Sánchez. A diferencia, por ejemplo, del debate a cuatro entre Albert Rivera, Pablo Iglesias, Soraya Sáenz de Santamaría y el propio Pedro Sánchez, no se respetaron los convencionalismos. Y acostumbrados como están a los formalismos, los máximos representantes del bipartidismo acabaron circulando por caminos que para nada les son propicios: uno, el socialista, por no saberse controlar, y el otro, el popular, desconcertado por las circunstancias.

Por lo que se ve no hay término medio. O se pasan o no llegan. Esto último es lo que les está sucediendo a todos los números uno de las candidaturas asturianas al Congreso. Es cierto que todos son novatos en estas lides, pero un poquitín más de chispa les beneficiaría. Bien está repetir las consignas de cada fuerza política. Están obligados a ello. Pero seguro que nadie les echaría en cara algo de cosecha propia, que fueran más imaginativos. No todo puede estar diseñado desde Madrid. Es demasiado aburrido. Y, además, ya se ve lo que pasa cuando alguien se sale de la línea marcada.

Compartir el artículo

stats