En días como éste no queda otro remedio que recordar a algún clásico. Quizá Lope sea el indicado porque hoy es el día en el que los políticos españoles, los principales y los comparsas, pasan de las musas al teatro. No ha sido en horas veinticuatro, como más de cuatro de las obras de la gloria de nuestras letras, sino a lo largo de una campaña que en Gijón ha llegado a la jornada de reflexión con 23,5 grados de temperatura máxima, que es cifra inusual en la segunda quincena de diciembre. Sobre las diez o las once de la noche de hoy ya habremos salido de dudas y conoceremos hasta dónde llegó el precio pagado por Rajoy por las medidas que hubo de tomar para encauzar la economía. Sabremos cuánta es la diferencia entre los resultados de Sánchez con los de Rubalcaba y conoceremos si es cierto el desfonde de Rivera y si la remontada de Iglesias alcanza lo que él mismo ha pregonado en la última semana. Sabremos, en suma, los resultados de las elecciones de las vísperas de Navidad y podremos analizar qué encuesta se ha acercado más y mejor a la realidad de los resultados. Es curioso el calendario que nos marcó en su día Rajoy con la elección de esta fecha: elecciones, sorteo de la lotería de Navidad y Nochebuena; todo junto, de domingo a jueves, como si no hubiera más días en el año. Demasiadas emociones muy juntas, inadecuadas para los corazones cansados, que son tantos en esta ciudad que esperó con calor veraniego los comicios, y para la que los pronósticos anuncian hoy agua y bajada de la temperatura. La del ambiente, que la política hierve.
