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LNE FRANCISO GARCIA

Billete de vuelta

Francisco García

Un atentado contra la cultura

Hubo árboles antes de que hubiera libros. Y de hecho empezó a haber libros gracias a que existían los árboles. De manera que si consideramos la cultura un producto de cuanto hemos leído, le debemos esa capacidad del entendimiento al bosque. Arde Asturias por los cuatro costados y no es cuestión baladí reflexionar sobre la evidencia de que sin árboles no habría libros. Cabe pensar que los que encienden el fuego en el monte cumplen una función atroz que supera el daño terrible a la naturaleza: se trata además de un atentado contra la cultura y el libre discernimiento, contra el árbol genealógico de la humanidad. Haciendo arder el bosque resultará más fácil y cómodo adocenar a la población. Hay quien va al bosque y sólo ve leña para el fuego, sin comprender que si un árbol es un libro abierto de sabiduría, un bosque hace la función de extensa biblioteca, innumerable. Sigan quemando el bosque, que algún día el árbol que ha ardido nos hará falta para respirar.

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