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Alberto Menéndez

Asturias, en el atascadero socialista

Pedro Sánchez salió elegido secretario general del PSOE con el voto en contra de los socialistas asturianos. No era su candidato, apostaban por Eduardo Madina. Pero es que, además, el nuevo líder del Partido Socialista no ha sabido, ni mucho menos, captar, atraer a los pesos pesados de la organización en Asturias. Desde el primer día, desde que Sánchez cediera (en el transcurso del congreso en el que resultó elegido secretario) ante la andaluza Susana Díaz (su gran valedora entonces, y ahora una de las voces más críticas con su actuación) para que destituyera a Javier Fernández al frente del Consejo de Política Federal y la nombrara a ella.

En los últimos meses hubo muchas conductas de Pedro Sánchez que no gustaron a la ejecutiva de la Federación Socialista Asturiana (FSA) y especialmente a su máximo responsable, Javier Fernández, desacuerdos que evitó hacer públicos. Molestó sobremanera el fichaje de la hasta entonces diputada en Cortes de UPyD Irene Lozano, muy crítica durante toda la legislatura con los socialistas, con referencia especial a los asturianos. Y más cuando su llegada al PSOE implicó retrasar en la lista de Madrid a Eduardo Madina, quien finalmente no salió elegido diputado el pasado 20-D.

Javier Fernández decidió capitanear la oposición a Sánchez en el Comité Federal una vez que tuvo conocimiento de la estrategia diseñada por éste y su equipo de colaboradores, que, sin ningún tipo de autocrítica tras el fracaso electoral, adelantaron su intención de iniciar negociaciones con Podemos y de presentarse a la reelección a la Secretaría General del partido en el congreso previsto para este año. Todo sin esperar a la celebración del Comité Federal de la organización, que es el órgano al que le compete aprobar las políticas de alianzas y convocar los congresos.

Tras lo sucedido en los últimos días, recomponer las relaciones entre la dirección nacional del PSOE y la de Asturias no va a resultar sencillo. Más bien parece que las diferencias van a ir a más. Sobre todo, si finalmente se convocan nuevas elecciones en los próximos meses. La FSA seguro que apostará por un candidato distinto a Pedro Sánchez.

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