Hace ya un tiempo leí un artículo que me envió mi gran amiga Magui, que desde Bangladesh siempre escruta la actualidad buscando la frescura, adentrándose en recovecos en los que pocas personas reparan. El artículo afirmaba que entre un 90% y un 95% de la población mundial no sabe pensar adecuadamente. El dato proviene del National Center For Teaching Thinking. Según este estudio, la causa debería buscarse en las escuelas, donde se enseña a memorizar, pero no a resolver problemas haciendo uso de la creatividad. La escuela tampoco fomenta el razonamiento abstracto, que hizo al hombre, hombre, y al mono, mono.
Sin embargo, año nuevo, vida nueva, y yo propongo a los lectores un camino diferente que consiste en avivar la imaginación hasta que queme. Hace ya un tiempo, como por azar, cayó en mis manos un libro cuyo título era "BIZ". Era el catálogo de una exposición fotográfica de Sureyra Yilmaz y Ergun Turan. No conocía a los autores, ni podía leer la introducción porque el prólogo estaba escrito en turco. Lo que atrajo poderosamente mi atención fueron los personajes que por ahí desfilaban. Espero que disfruten visualizando estos personajes típicamente estambuleños.
La primera foto era de un viejecito con gafas y gorro de lana. Llevaba un bolso en la mano izquierda, que está levantada. La mano derecha está a la altura del final de su chaqueta, que le queda grande, muy grande. Tiene unas gafas enormes que resaltan sus pequeños ojos cansados, bigote blanquecino y barba mal afeitada. A simple vista se diría que acaba de salir de la mezquita. Sigo pasando las hojas del libro y me encuentro con un tío duro con bigote y cara de mala leche, con un rosario en la mano. Tiene botas acabadas en punta y chupa de cuero. Mira de lado. Sigue un morisco-negrito de unos 40 años y un adolescente con una pistola en la mano. No parece de juguete. Ambos están fumando. Siguen dos amigas, una rubia y otra morena. La rubia con abrigo de piel, la morena más gordita. Se ve que tiene problemas pendientes con la comida: quizá sea ansiedad o una genética demasiado bien diseñada. Un señor mayor con gorra de capitán de barco, anorak blanco y su nieto con cara de astronauta. Un poeta con mirada desconsolada entregado al cigarrillo. Dos amigos en los 40, cómplices de diferentes batallas y quizá socios. Una chica de unos 20 años y apariencia musulmana moderada. ¡Parece inteligente! Dos amantes de "Nirvana". Él más alto, pero manda ella. Un "BCBG" de Estambul del barrio de Besiktas. Quizá sea bróker. Parece buena persona. Dos amantes de la Harley, pero sin moto, con gafas de cantante de "U2". Dos niños, un balón y una bicicleta. Parecen del Barça. Un trabajador de Milli-Piyango con un fajo enorme de billetes en la mano. Una pareja con chupas de pescadores. Dos amigas, quizás hermanas, look occidental y cejas bien depiladas. Una pareja de ancianos que me recuerdan a Enriqueta y Casimiro, mis bisabuelos maternos. Ella con pañoleta y falda de colores. Él con bigote blanco inmaculado. Un currante con las botas sucias. Dos marineros de la TCB cruzando brazos. "Une intello" del Folie Bergère. Una pareja que parecen bailaores flamencos. Un señor mayor con cara flaca y gran nariz. Lleva un sombrero blanco en la mano izquierda y con la otra señala una medalla de "ancien combattant". Dos amigas, quizá sean pareja. Una señora mayor sin dentadura. Parece rusa. Dos especímenes venidos de Italia y preparados para todo.
Y llego a varias fotos que me impactan. Dos niñas pequeñas de 12 y 5 años. La de 12 sostiene un acordeón inmenso y hace gesto de estar tocando una melodía venida de Oriente. Tienen rasgos eslavos. Un vendedor callejero de escobas con gesto serio y bigote bien afeitado, demasiado bien para sus hechuras humildes. Las escobas están inmaculadas y al verlas le entran a uno ganas de barrer. Una pareja en los 65. Ella con pañoleta en la cabeza, como muchas mujeres de Estambul de clase trabajadora. Él, el primo de Don Corleone, sostiene un cigarrillo a medio fumar. Expectantes, ambos desafían a la cámara. Dos amigos en sus 20 con vestimentas de antes de la guerra. Se diría que van de romería. Un señor de unos 65 años, pelo blanco, bastón, pajarita torcida y chaleco. Es sin duda un intelectual. Una pareja de gemelas que parecen muy buenas estudiantes. Ambas llevan abrigos largos y botas militares. Una señora mayor en sus 80 con bolsas de compra de Migros, el supermercado donde las cervezas están baratas. Dos "Fitos" enseñando pelambrera. Una pareja de enamorados, forzosamente en la treintena. Ella sostiene un ramo de flores; él parece abogado de un buen bufete. Un fiel seguidor de Mahoma con barba blanca bien poblada y un gorrito de color marrón que le protege la coronilla de los malos pensamientos. Lleva un abrigo espeso, luego supongo que hace frío. Un joven con 6 chaquetas, una encima de otra, como cuando Kiko Ledgard enseñaba sus relojes. Dos hermanos "tirelibudianos". Se ve que sus padres pararon al tener la "parejina". Dos niños con ojos negros como el azabache miran sorprendidos a la cámara como si el fotógrafo les preguntase cuál es el logaritmo de cero. El mayor quiere, cuida y protege al pequeño. Un "homeless" con pantalones de rayas, chaqueta en mano y bragueta desabrochada. Seguramente un descuido o una urgencia callejera. Dos rapers, pantalones anchos, brazos cruzados, manos en los bolsos, pelos de colores, bien maqueados. Y por hoy termino con un señor de unos 45 años con gorrito de orejeras y gafitas de John Lennon. Se diría el aviador del Principito. ¡Vive Saint-Exupéry! Todas estas historias son lo que en matemáticas llamamos extrapolaciones, como esos programas de la telebasura donde adivinan el futuro y mientras tanto aumenta la factura. Pitonisas del capitalismo. Creo que acierto yo más que ellas.
¿Les parecen cotidianas estas fotos? A mí sí. Incluso me parecen muy cercanas como describí en su día en "Kandooj y la ciudad de las lluvias plateadas". Han pasado varios meses y el problema de los refugiados no ha sido resuelto. ¿Cómo podemos estar gobernados por tanto inútil con corbata? Europa siempre ha sido cobarde en estos casos. De hecho no existiría como tal si no fuera por los "yankees".
Feliz 2016. Suena raro la palabra próspero en estas circunstancias.
