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Hay que impulsar la Formación Profesional dual

Algunas ideas para hacer que la educación se adapte a las necesidades reales de la región y de las empresas

Desde hace ya varios años venimos diciendo que la Formación Profesional dual es imprescindible en Asturias. Pero hasta hace unos meses, poco o nada se había hecho por parte del Gobierno del Principado. Esta inacción ha producido que en estos momentos tengamos dos graves problemas: por un lado, hay una gran preocupación empresarial por la falta de personas cualificadas que puedan sustituir a los trabajadores actuales en las diferentes empresas. Por otro, el enorme paro juvenil de nuestra autonomía, unido al exceso de universitarios que son incapaces de encontrar un empleo acorde con los estudios realizados.

Ahora bien, también hay que reconocer que en España nos hemos equivocado con esta cuestión. Si malo fue el sistema educativo español de los últimos 35 años, al estar sometido a continuos cambios, dependiendo del color político de los diferentes gobiernos, no es menos cierto que la sociedad se equivocó en valorar en exceso los estudios universitarios en contraposición a la Formación Profesional. Si a estos dos factores le unimos que la educación está transferida a las comunidades autónomas, y que cada una de ellas decide con criterios distintos la forma de concretar la Formación Profesional dual, el embrollo está servido.

¿Y qué se puede hacer? En mi opinión, nos deberíamos mover en varios frentes:

1.º Hay empresas que tienen varios centros de trabajo en diferentes comunidades autónomas, lo que crea un desconcierto notorio al tener diferentes reglamentaciones. Por lo que la Formación Profesional dual necesita de una mayor coordinación entre el Ministerio de Educación, el Ministerio de Empleo y los diferentes gobiernos autonómicos. Esta coordinación se podría realizar a través del Sepe (Servicio Público de Empleo, dependiente del Ministerio de Empleo).

2.º El Gobierno del Principado tendría que dejar que la iniciativa del proceso partiera de las empresas. Debería ser la empresa quien buscara y seleccionara los alumnos, estableciendo con ellos una relación contractual. Al ser la empresa quien los elige, la implicación con estos jóvenes sería total desde el principio.

3.º Los sindicatos tendrían que ampliar sus horizontes, olvidarse de sus reticencias y de sus manejos y ver la Formación Profesional dual como algo absolutamente necesario. Como una oportunidad que tienen los jóvenes de acceder a su primer empleo y de comenzar a cotizar.

4.º Las empresas debieran de quitarse sus preocupaciones con estos contratos, ya que se consigue que tengan una formación que se adapta a sus necesidades reales. Además, contribuirían a la solución del problema más grave que tiene en la actualidad Asturias, que no es otro que el de la formación de nuestros jóvenes y su integración en el mundo empresarial.

5.º La sociedad asturiana debe de comenzar a valorar la Formación Profesional. No resulta admisible que vivamos en una sociedad donde se aprecie más a un universitario que a una persona con Formación Profesional. La estima y el reconocimiento social deben de ser los mismos. La valoración debiera de venir por ser un buen profesional, no por sus estudios o por el trabajo que realiza.

Hay que conseguir una formación que responda a las necesidades reales del presente y futuro de las empresas, en un mundo cada vez mas tecnificado, exigente, competitivo y en continuo desarrollo. Los cambios y los avances tecnológicos se producen cada día a mayor velocidad y, en consecuencia, se necesita una mejor preparación de los jóvenes en el "saber", pero también en el "hacer", para poder llevar el conocimiento a la práctica.

Gracias a Dios, ya no está aquel "ínclito" consejero de Economía del Principado de Asturias que decía que los empresarios querían esclavos. Hoy, el director general de Enseñanzas Profesionales y Aprendizaje Permanente, don Manuel Capellán, tiene claro que estamos hablando de algo tan fundamental como del futuro de nuestros jóvenes y del futuro de nuestras empresas. Pero no es suficiente que una persona esté concienciada. El Gobierno del Principado de Asturias y su presidente a la cabeza deben de dar un paso decidido hacia delante y demostrar que quieren resolver el problema del paro y, más concretamente, el del empleo juvenil de Asturias. Y es indudable que impulsando la Formación Profesional dual se estará en mejores condiciones de conseguirlo.

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