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Cien líneas

Taza y media

El viernes pasé por delante de la sede de la Generalidad así que estuve muy cerca de perecer por aplastamiento cuando tiraron por la ventana a Mas, apenas unas horas después, desde el caserón de la plaza de San Jaime. Parusía para Puigdemont que es algo así como "casa en lo alto del monte" según el diccionario que tengo a mano aunque nunca se sabe con esta gente. Alcalde de Gerona, nacido en la comarca de la Selva -menuda pista- aunque, todo hay que decirlo, esa es una gran tierra siquiera porque de ahí procedía la familia materna de nuestro llorado Joaquín Manzanares Rodríguez-Mir, la última y quizá definitiva encarnadura del asturianismo.

Si Mas es separatista Puigdemont lo es aún mas y periodista, la profesión de Marx y Lenin, todo hay que decirlo.

Unas nuevas elecciones no interesaban a nadie salvo a Podemos de manera que se han puesto de acuerdo en los nombres ya que los pronombres seguirán siendo los mismos.

La vía insurreccional fracasó de manera que ahora toca ensayar el guión democrático: nueva Constitución y según la doctrina Fernández-Miranda, de la ley a la ley, se independizarán entre abrazos y besos de todos.

El foco se dirige desde hoy a la otra pista del circo -de las fieras a los cómicos- donde PP y Podemos acarician la repetición de las elecciones generales. Está por ver que les salga la jugada porque los poderes fácticos quizá no estén por la labor. Gerona, Gerona ¿quién se acuerda del héroe del sitio, general Álvarez de Castro?

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