Hay un proverbio que dice que no conviene acercarse a una cabra por delante, a un caballo por detrás y a un tonto por ningún lado. El problema es que, en ocasiones, los majaderos son tantos en número que hasta ponen presidentes de Gobierno, de manera que resulta ejercicio de harta complicación sortear a una legión de mentecatos. Si bien en ocasiones no hacen falta más que un puñado de cantamañanas para designar, a dedo, al presidente de la Generalitat, pues ya me dirán quién ha votado a Puigdemont para ser el nuevo mandamás de allí, como si una autonomía fuera una comunidad de vecinos. Eligen en lugar de Mas a un tipo al que le hemos leído un tuit que dice que "los invasores serán expulsados de Cataluña". Tres hurras por el personaje. Escribió Umberto Eco que las redes sociales han promovido al tonto de pueblo a portador de la verdad. Aquí tienen un claro ejemplo de semejante evidencia.
