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Xuan Xosé Sánchez Vicente

Dónde nos metimos

La facultad de los asturianos para buscarse sus propios problemas para luego no saber salir de ellos

Tal que la mayoría de las grandes frases que se proponen y repiten como verdades universales, la de Carlos Marx corrigiendo a Hegel y diciendo que los hechos históricos aparecen una vez como tragedia y una segunda como farsa, es una completa tontinada. Más bien a la historia le convendrían aquellos versos de Ángel González, "Como la historia y la morcilla de mi tierra, / se hacen las dos con sangre, / se repiten".

Y, desde luego, nosotros, los asturianos, somos capaces de reiterar muchas veces el buscarnos un lío, meternos en un problema y no saber después cómo salir de él.

Uno. Primeras horas del golpe de Estado del 34. Don Juan Uría encuentra a un proletario conocido y vecino. La gorra hacia delante, vencido el cuerpo, el fusil en la mano, le dice al historiador: "Ay, don Juan, metímonos nuna que nun sé cómo vamos salir d'ella".

Dos. Octubre, 1937. Últimos días de la resistencia de Xixón. Tras una visita a Belarmino Tomás, en la sede del Consejo Soberano, de Carlos Martínez Martínez, médico y republicano radical, aquél acompaña a este hacia la puerta. A medio camino, se gira y contempla un gran retrato de Carlos Marx que señoreaba la sala. "Hay que ver el lío en que nos metió este hombre de les barbes", confiesa el Presidente.

¿Y cuántos asturianos no estarán diciéndose ahora lo mismo, en vista de la composición de la Xunta y la imposibilidad de acuerdos?: "Metímonos nuna que nun sé cómo vamos salir d'ella".

Quizás deberíamos insertar en nuestra bandera, como memento, aquellos versos de Quevedo: "De ayer te habrás de arrepentir mañana, / y tarde y con dolor serás discreto".

Aunque bien pensado, ¿no vendrían también de perlas para la enseña española?

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