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Cien líneas

Suma

La aritmética más elemental sigue mandando en la actualidad española y así ocurre lo que ocurre. Y lo que nos falta por ver. Ahí tienen a Patxi López, conocido como Patxi Nadie por su esencial inanidad, como nuevo presidente del Congreso de los Diputados y a más a más, de las Cortes. Es el autor de alguna de las más rotundas derrotas de su partido, pero, obviamente, eso no resta en el panorama socialista español. Diría que incluso suma. A ver quién le recuerda ahora a Sánchez su particular fracaso.

Como todo son números, se pierde de vista incluso el bosque de las adiciones. Quiero decir que según y como se echen las cuentas, al PSOE le salen hasta el punto de poder investir a Pedro Sánchez como presidente del Gobierno. No se por qué apenas se pone el acento en esa opción. O sencillamente se vadea. Sí, le salen las cuentas sin necesidad de forzar las hipótesis. Y no digamos si se recurre a las ciencias creativas, tan caras a la política.

Lo acabamos de ver en Cataluña. La CUP primero empató contra toda verosimilitud. Un sanedrín más reducido dijo, después, que ni hablar de acuerdo, y al final, en sólo unas horas, firmó un pacto, cambiando al peón de Pujol por el mosén de turno, que no es otra cosa que un sosias más encabritado por aquello del debut.

Ciudadanos ya apoyó la investidura de Susana Díaz, sentada sobre la mayor bolsa de corrupción de Europa, ¿puede extrañar que ahora haga lo mismo con López? Es más, ¿sería increíble que repitiese la operación mirando a Sánchez y a la Moncloa? No me extrañaría. Ni siquiera hacen falta sus votos.

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