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Alberto Menéndez

Igual en la Junta que en el Congreso

Las diferencias e incluso trifulcas de Podemos con los socialistas no son exclusivas de Asturias

Con matices, por supuesto, pero Podemos repitió ayer en el Congreso de los Diputados la estrategia parlamentaria de hace siete meses en la Junta General del Principado. No es algo improvisado. El partido que lidera Pablo Iglesias prepara siempre con todo lujo de detalles cada uno de sus actos, aquí, en Asturias, y en Madrid. Es la nueva política, su nueva política, que tiene como primer gran objetivo impactar, ganar la batalla de la opinión pública. Lo consiguieron en la sesión constitutiva del Parlamento del Principado y también en la del Congreso de los Diputados. No sólo es que el partido morado sea la gran novedad de esta legislatura junto a Ciudadanos, y por eso destaque, no, es que buscan como nadie los mecanismos para hacerse notar, para atraer la atención de las cámaras, su gran obsesión, conscientes como son de que gracias a ellas lograron el resultado que lograron el pasado 20 de diciembre.

El partido morado pasó en repercusión mediática por encima de la otra fuerza emergente, la encabezada por Albert Rivera, y eso a pesar del gran protagonismo adquirido por éste en la negociación para la elección de los integrantes de la Mesa que se encargará de organizar las diversas tareas parlamentarias. El socialista vasco Patxi López tiene mucho que agradecerle. Pero la labor del fundador de Ciudadanos quedó en un segundo plano ante los constantes golpes de efecto de los seguidores de Pablo Iglesias.

No sólo en las formas hubo grandes similitudes en las sesiones plenarias de constitución de la Junta General del Principado y del Congreso de los Diputados. También las hubo en el fondo. Si en Asturias, desde el primer día, Podemos, a través de sus pesos pesados, Emilio León y Daniel Ripa, tuvo en el punto de mira de sus ataques al número uno socialista, Javier Fernández, ayer, en el Parlamento de la nación, Pablo Iglesias aprovechó para desmarcarse sin matiz alguno del líder del PSOE, Pedro Sánchez, a quien responsabilizó de frustrar ya, sin ningún tipo de negociación previa, una alternativa al popular Mariano Rajoy. Iglesias no confía en Pedro Sánchez. Eso es lo que dijo. Lo mismo que repiten en el Principado los responsables de Podemos con respecto a Javier Fernández.

Es decir, que si nada cambia y Podemos repite en Madrid lo que viene haciendo en Asturias, Pedro Sánchez puede ir olvidándose de cualquier tipo de acercamiento al partido morado. Por lo visto en el Congreso en las últimas horas, y fundamentalmente en el Principado desde el pasado mes de mayo, parece evidente que el gran enemigo a batir para Podemos es, en estos momentos, ante todo, el PSOE. En esas condiciones, ¿es posible algún tipo de acuerdo entre ambos grupos? Si se le pregunta a Javier Fernández seguro que responde con contundencia: No.

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