Así que junto a Parque Principado o Intu Asturias o como se llame ese espacio en Paredes. Ahí esperan al Oviedín 111.000 metros cuadrados para construir su Universidad del Deporte -dicen ciudad deportiva por pura modestia- y después, o simultáneamente, un nuevo estadio para 45.000 espectadores, en condiciones propias del siglo XXI y para el primer mundo. Todo al lado del enorme centro comercial que atiende cualquier necesidad y sin olvidar que el propio campo será, a su vez, un espacio multiusos cargado de posibilidades.
La opción de El Asturcón no era mala, pero sólo valdría para Universidad del Deporte. Y la suma de burocracia decimonónica e ideología aún más decimonónica -menudo doble pivote- que tiene cogido por el cuello al Ayuntamiento de Oviedo impide cualquier operación seria.
El alcalde Siero ya había ofrecido los terrenos, los 111.000 metros apuntados, hace unos meses, cuando se empezó a mover este asunto. Con agilidad se adelantó, dio mil facilidades y, como objetivamente es una ubicación inmejorable, se llevará el gato al agua, lo que se traducirá en dinero para los sierenses.
El otro día, Joaquín del Olmo, asesor del Real Oviedo, decía que no era fácil imaginar lo que tiene reservado el Grupo Carso para el equipo. Si se tiene en cuenta que es un grupo empresarial gigantesco y que no está aquí más que para triunfar, la ecuación se despeja sola: un equipo de fútbol jugando en Europa con todo a favor.
El Real Oviedo ya cuenta con una de las mejores aficiones del mundo, lo demás se nos dará por añadidura. Y en un parpadeo.
