Toca temblor de piernas. La pasada semana fue el tiempo de las burlas. Y las anteriores, para especular como puro disfraz. Pero a partir de hoy ya no cabe engañarse y menos camelar a los ciudadanos creando estados de opinión inverosímiles. Hablo de la situación política de España, claro. Y si a eso añadimos que las Bolsas no van a dejar de bajar, con los rebotes que se quiera, de aquí a Carnaval ni una risa.
El fin de semana próximo pasado fue de madurez. Al fin se empiezan a enterar algunos, del Ibex abajo, de lo que hay. O mejor dicho, de lo que no hay: líneas rojas.
Repasemos. El PSOE fue el paladín contra la OTAN y Javier Solana encabezó el comité correspondiente. Pues bien, acabó como secretario general de la OTAN y bombardeó Belgrado -por cierto, con aviones españoles- la primera capital europea acatada desde aquel Berlín de 1945. ¿Alquilen se puede creer una sola palabra de Pedro Sánchez?
El prusés lo creó ZP. Ay, aquella noche de mucho café y humo -así lo contaron- con Mas en Moncloa de la que salió el nuevo Estatut. ¡No lo pedía Mas! Le exigió ZP que se lo exigiese. Una encuesta de la Generalidad decía que solo a un cinco por ciento de los catalanes quería tal novedad.
Y es que todo viene de más allá de los Pirineos. El PSOE es el encargado de ejecutar esos planes. Y Sánchez uno de los tres españoles que asistió a la última reunión de los Bilderberg. De aquí a Carnaval ni una risa y después...
(Para la terapia de esta semana se recomienda vivamente la suite "Los dos pichones", de Messager).
