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Cien líneas

Historietas

El Sepepa es un fracaso absoluto. Por esa vía sólo se coloca el dos por ciento de los asturianos demandantes de empleo. Menudo éxito. El Sepepa es el Servicio Público de Empleo del Principado de Asturias, dicho sea de paso. Su correlato nacional -si es que aún se puede hablar de nación- el Sepe no logra mejores números. Empatan a fracaso. El desastre es generalizado. Y excita a realizar dos preguntas elementales ¿cómo demonios alguien es capaz de creer que un puñado de funcionarios, o una legión, es lo mismo, puede encontrar trabajo a alguien aunque el aspirante se apellide Einstein? ¿cómo es aceptable que no se disuelva esta misma mañana el Sepepa, el Sepe y demás chiringuitos de semejante tenor?

Las administraciones públicas son unas gigantescas máquinas de destruir empleo salvo, claro, los que generan ad intra para sus conmilitones y cocarnetarios. Primero, porque detraen cantidades ingentes de dinero que podría circular por el mercado creando empleo a manta. Y más allá, porque se dedican a poner todo tipo de trabas. Ahí están las terrazas de Oviedo con un Ayuntamiento empeñado en hacer la vida imposible a los hosteleros: bonita manera de fomentar despidos masivos de camareros. Ahí está el caso de la escuela de fútbol del Real Oviedo que las consistoriales son incapaces de implementar. Vamos que el Ayuntamiento es una máquina de destruir empleo y/o de impedir que se cree y lo mismo el Principado, el Gobierno de la nación y el sursum corda.

Y en lo que es ya el colmo de los colmos, fingen que ayudan a encontrar trabajo.

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