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Javier Morán

El Cormorán

Javier Morán

Contra los muros

El Observatorio de la Movilidad Metropolitana ha emitido un informe que refleja el imparable retroceso de las comunicaciones ferroviarias dentro Asturias. Al dato ya conocido de que se ha perdido la quinta parte de los viajeros se añade un análisis de la velocidad media de los convoyes, que en la antigua FEVE registra lentitudes de 30 kilómetros por hora, y de unos 51 en Renfe. Por lo visto, esta última cifra aventaja a la media en Madrid, que es de 50 kilómetros por hora, pero se da la notoria diferencia de que los cercanías en la capital gozan de frecuencias envidiables, casi comparables a las del Metro. En suma, perder un tren en Asturias significa esperar un mínimo de media hora por el siguiente, para así acceder a un tren que empleará unos 35 minutos entre Gijón y Oviedo. Pero lo peor de todo esto es que cualquier lamento de los asturianos se estrella y se estrellará contra esos dos muros que son las empresas públicas Renfe y Adif. Ahora mismo, por ejemplo, se produce un inmenso vacío de poder ferroviario merced a la interinidad del Gobierno Rajoy. Pero es igual, porque cuando se haya constituido un nuevo Ejecutivo el problema asturiano seguirá por los mismos raíles ya que hasta el presente ni los ministros socialistas Magdalena Álvarez y Pepe Blanco, ni la pepera Ana Pastor movieron un dedo por las comunicaciones internas del Principado. Es cierto que Pastor, a última hora y como quien disimula, lanzó un refrito de viejos proyectos para mejorar la "Y" ferroviaria. Por ejemplo, eliminar la "curvona" de Villabona es algo de lo que se lleva hablando desde hace 20 años. Pero hay más: la conexión entre las estaciones ovetenses de autobuses y trenes lleva más de 15 años esperando, aun cuando tiene la mayor parte del pasillo esperando. No es sólo problema de que Madrid nos ignore. Aquí también hay cosas que importan un bledo.

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