Vivimos tiempos muy revueltos. A nuestro alrededor hay mucho desconcierto. Muchas personas se han apropiado de lo que no era suyo. Y nosotros esperando que lo devuelvan, y que paguen por ello. Porque es de todos.
La verdad es que necesitamos un cambio de paradigma. Hemos llegado al final de una etapa. Demandamos un mundo nuevo, eso sí, en el que podamos entendernos un poco mejor. Después de millones de años en este Planeta, no hemos resuelto nuestros problemas: nos matamos unos a otros, competimos, queremos tener éxito a costa del otro... Y todo esto sucede, sencillamente, porque cada uno interpreta lo que sucede de forma distinta. La realidad objetiva es la misma, pero la percepción, de carácter subjetivo, que se forma en cada mente, es diferente. Y todo ello es debido a que aplicamos filtros -definidos por nuestro sistema de creencias- de forma involuntaria, al percibir aquello que está sucediendo. Es como si recorriéramos el mismo camino, pero con mapa diferente.
Muchos de ustedes habrán oído la frase utilizada en psicología "el mapa no es el territorio". El territorio es la realidad objetiva que nos rodea y nuestro mapa es nuestro sistema de creencias, que no es necesariamente correcto. No vemos el terreno, sino una interpretación del mismo, un mapa de la realidad. Si el sistema de creencias contiene elementos inadecuados, nuestra interpretación será incorrecta. Y esto nos estanca en nuestra evolución como individuos y nos produce mucho dolor y sufrimiento.
Por eso, es importante reconocer esas creencias que nos impiden avanzar, fruto, quizás, de hábitos negativos o de situaciones que hemos interpretado como un fracaso y de las que hemos derivado una conclusión negativa, que se ha integrado como creencia. Y esto resulta muy fácil, si observamos la forma en que nos sentimos. La emoción es lo que tenemos que observar. Que es negativa... bueno, pues hay que aceptarla y reconocer que nos está informando acerca de algo que tenemos que modificar en nuestra vida. Si no llevamos a cabo este proceso, seguiremos acumulando energía negativa? y volverá a manifestarse... Y más y más negatividad... y bla, bla. No nos interesa.
Señoras y señores, no podemos permitir que la negatividad invada nuestras vidas. Si queremos el bien común, tenemos que instalar en nuestra mente creencias y hábitos positivos y, de esta manera, todo lo que hagamos será hecho con amor y buena disposición para todos. Y que así sea.
