¿Cabe la posibilidad de que un acuerdo de la izquierda para conformar el Gobierno de España tenga repercusiones en el Ejecutivo de Asturias e incluso en el Ayuntamiento de Gijón, donde PSOE, Xixón Sí Puede e IU suman una sobrada mayoría? ¿Sería posible que los socialistas de Ferraz tragaran carros y carretas con tal de que su líder ocupe la Moncloa y que en compensación Javier Fernández dejara de tener en los diputados regionales de Podemos una molesta mosca como era o un tábano ruidoso merodeándole las orejas? ¿Podría estimarse un escenario en el que, a la vista del pacto de perdedores en Madrid, los podemistas de Gijón y sus corrientes abandonaran la excusa de vincular su desafección del PSOE local a cuenta de las cuitas judiciales que rodean a El Musel? ¿Caben, insisto, estas distintas jugadas regionales en la partida de ajedrez de la actualidad política? Con toda seguridad, no.