No lo dicen por diversas razones, pero sobre todo porque no es lo políticamente correcto ahora, pero hay muchos políticos (españoles y asturianos) que son partidarios, sin más, ya, de que haya unas nuevas elecciones y también, al menos en el caso de los dos principales partidos, otros cabezas de candidatura. Probablemente los resultados de esos comicios no deferirían mucho de los del pasado 20 de diciembre, pero sí se podrían valorar estrategias imposibles de llevar adelante en estos momentos con los actuales líderes políticos.
Puede que quizás él no lo desee personalmente, pero lo que está claro es que el secretario general de los socialistas asturianos y presidente del Principado, Javier Fernández, no ve otra salida para el actual bloqueo político que otras elecciones. Y así lo dijo en la reunión del comité federal del PSOE del pasado sábado, en donde, una vez más, no ocultó sus desavenencias con Podemos y su oposición a llegar a algún tipo de pacto de gobierno con Pablo Iglesias que pueda acabar perjudicando al PSOE. No fue un no rotundo a una negociación con la formación morada, pero casi. ¿Cómo se puede interpretar si no que el líder de la FSA comentara ante la plana mayor de su partido que Podemos "está propiciando un motín de las bases contra sus dirigentes" o que Iglesias "está diciendo claramente que quiere ocupar nuestro espacio"?
Todas estas declaraciones en el comité federal socialista las hizo Javier Fernández siendo consciente de que podían acabar haciéndose públicas, como así fue, y que sus opiniones -entre otras cosas también llamó "perdonavidas" a Iglesias- le podían acabar pasando factura en Asturias por parte de la dirección regional de Podemos, con la que hace ya tiempo que mantiene unas muy tensas relaciones. Pero le dio igual. Es evidente que Fernández no va a ceder ante el partido morado. Y que éste, por su parte, va a continuar lanzando toda su artillería descalificatoria contra el jefe del Ejecutivo autonómico. Y, por supuesto, esperando también a que haya elecciones antes del verano.
