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Cien líneas

Espinas

Ya saben "¡San Blas bendito, que se ahoga este angelito!" y, zas, la espina del lenguado que se estaba zampando el crío, y que inoportunamente se había alojado en la tierna garganta, salta como un resorte y problema solucionado. La fe te salve. Si es así porque lo es y si no porque al menos rebaja la angustia: con frecuencia los trances son más crudos como los imaginamos que en su venial realidad.

En estos días empieza la primavera si se mide por la luz. De ahí la cristiana candelaria o el pagano día de la marmota. Como la meteorología lleva su retraso y el equinoccio es insoslayable todo se complica y más este año ya que aún circulamos por un otoño benigno y seco.

Estaba en esas y leo que Adriana Lastra, flamante diputada por Asturias, afirma que "otras elecciones cambiarían muy poco las cosas". Cierto. Por algo cité antes el día de la marmota. De todos modos si bien la nueva aritmética seguiría siendo endiablada al PSOE y a Ciudadanos les pueden hacer mucho daño. En todo caso, el Gobierno cogido por los pelos que se avecina en cualquiera de las hipótesis y combinaciones será breve así que tampoco es preciso romperse la cabeza. Que se apañen como puedan que poco va a durar la cosa. Y si sigue y sigue y sigue el limbo actual mejor aún. Ya saben que Bélgica estuvo más de 500 días sin Gobierno y todo mejoró maravillosamente. Sería el colmo que una sociedad adulta, educada, laboriosa y digna dependiese de las ocurrencias y derroches de la casta.

Que hagan lo que quieran menos ahogar a España. Si lo intentan ni San Blas los salvará.

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