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Javier Morán

El Cormorán

Javier Morán

Plataforma sin Morales

Nos frotamos los ojos porque acaba de aparecer una plataforma sobre urbanismo cuando el recordado Jesús Morales lleva desde 2007 fuera del Ayuntamiento de Gijón, donde habitaba desde 1987 como concejal de Urbanismo. Queremos decir que una plataforma urbanística sin Morales enfrente es como un bocadillo de jamón serrano sin jamón. Si no recordamos mal, en un pregón de Carnaval de hace unos cuantos años, Pachi Poncela se refirió a Morales como una especie de "drag queen", porque siempre iba con "plataformas", que es también el nombre del calzado con suela y tacones desmesurados propio de las "reinonas". Ahora bien, en su actitud cauta y a veces sibilina, Morales jamás se mostró como una reinona exhibicionista, y por ello las plataformas le resbalaban de los pies para abajo, lo cual las irritaba más. Pues bien, lo que ahora se ha creado es la "Plataforma pro PGO Gijón", constituida por entidades diversas e ilustres, como los colegios de arquitectos y aparejadores, la Cámara de Comercio, etcétera. La plataforma pide que el nuevo Plan General de Ordenación (PGO) de la ciudad pase pronto por su aprobación inicial y quede fuera "de la confrontación política", pero aquí lo que precisamente esperamos es un debate en el que se retraten los grupos municipales, ya que un PGO es un buen Miura que deja en evidencia a los concejales que hablan por boca de ganso, frente a los que se han estudiado a fondo el tema. No podemos afirmar, por desgracia, que los grupos municipales de PSOE e IU se hayan distinguido en los últimos tiempos por su aplicación en esta materia, al tiempo que el PP andaba a su aire, colocándose de perfil. Por cierto, entre los componentes de la plataforma se halla la CAC-Asprocon, la patronal de los constructores, que ya había realizado recias y notorias aportaciones al urbanismo gijonés, por ejemplo, traernos a expertos que abogaban por remendar el PGO 2011, el anulado por todos los tribunales, en lugar de redactar uno nuevo. Arrepentidos los quiere Dios. ¡Ay Morales, qué no sabrá usted!

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