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Javier Morán

El cormorán

Javier Morán

Morder el polvo

Como ya hemos dicho aquí, tenemos el honor de formar parte de las últimas generaciones que conocerán la playa de San Lorenzo tal y como era en nuestra infancia. Por supuesto, nos referimos a que el arenal gijonés irá a peor o a mucho peor si se cumplen los principales pronósticos agrupados bajo los lemas de "cambio climático" o de "calentamiento de la Tierra". Francamente, todo apunta a que vamos en esa dirección, pero cabe la esperanza de que algún fenómeno lo evite. Por ejemplo, el Sol podría suministrar menos calor, como sucede en ciclos regulares, y todos quedaríamos reducidos a neandertales; a cambio, el engrosamiento de los hielos polares evitaría esa subida global de las aguas que en unas décadas se comerá casi toda la playa de San Lorenzo. También podría estallar la "caldera de Yellowstone", con la consecuencia posible de que la nube de la explosión cubra los cielos durante tanto tiempo que sólo quede en pie el 90 por ciento de la vida, líquenes, ratas y así. Pero seamos optimistas y creamos en el "cambio climático", cuyo indicio principal está siendo el de los fenómenos meteorológicos extremos. Precisamente a ello acaba de referirse la Autoridad Portuaria para justificar las nuevas nubes de polvo mineral que El Musel ha regalado a Gijón hace un par de días. Los mandatarios portuarios han explicado que una "gran excepcionalidad" de 18 grados resecó las montañas museleras de minerales y a continuación un remolino de viento que giraba a más de 110 kilómetros por hora desparramó hacia la villa la referida nebulosa. Pues bien, si vamos a seguir avanzando en fenómenos extremos y excepcionales, y salvo que se encomienden al Sol o a Yellowstone, las autoridades del Puerto ya pueden ir pensando en soluciones como las empleadas en otras dársenas del mundo. Además, clientes y usuarios de El Musel, como la ordenada y caritativa Compañía Menéndez Valdés de Gijón (hoy EdP Energía), o la hindú y meditativa Arcelor-Mittal, no querrán tener un intermediario que ensucie tanto. Así, morderán el polvo.

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