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Javier Morán

El Cormorán

Javier Morán

Mono Rojo de Fuego

El Pleno del Ayuntamiento ha prohibido en Gijón los circos con animales el mismo día que el PSOE local ha puesto en marcha una gestora, tras la retirada de Santiago Martínez Argüelles. Esta coincidencia la anotamos únicamente a beneficio de inventario y sin ánimo de hallar concatenaciones. Únicamente suponemos que cuando dentro de 50 años alguien abra en una hemeroteca digital o vegetal el periódico de hoy se encontrará con las dos noticias y a lo mejor se le ocurre escribir que en 2016, el 10 de febrero, Miércoles de Ceniza y dos jornadas después de que se iniciase el año nuevo lunar chino -correspondiente al Mono Rojo de Fuego-, se produjo dicha confluencia de novedades. Yendo a una de ellas, parece que la afición socialista gijonesa, y especialmente la militancia, anda dividida con la partida de Argüelles. Particularmente, hemos escuchado tanto afirmaciones muy duras contra su etapa como elogios encendidos. Sea como haya sido, lo preocupante del PSOE gijonés es que ha mutado en trituradora de líderes, reales o supuestos. Por ejemplo, Argüelles suplió a Pedro Sanjurjo cuando este se postulaba para candidato a la alcaldía en 2011, lo cual produjo un cabreo de antología en el hoy presidente de la Junta, la cual ha sido su cuartel de invierno (y esperamos que no sea su mausoleo). Y Argüelles, que sufrió escarnio por motivos bancarios, no fue candidato en 2015, sino que Javier Fernández envió a su apreciado José María Pérez, al que -por ahora- no ha triturado el propio PSOE, sino Podemos. Ahora, a encomendarse al Mono Rojo de Fuego.

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