Quizá la problemática que expondré sea desconocida para la inmensa mayoría de los ciudadanos pues se trata de un problema exclusivo de la Administración de Justicia, lo que no obsta para que los ciudadanos resulten directamente afectados y perjudicados.
Me estoy refiriendo a un "programa telemático" cuya pretensión era agilizar los trámites procesales en cualesquiera procedimientos judiciales. La idea era y es buena pero parece que España estuviera "maldecida" pues, como en tantos otros asuntos, todo se ha hecho de forma absolutamente "chapucera", si bien nadie asume sus responsabilidades. Me explico: han tenido años y años los "grandes pensadores" de este sistema para que el mismo pudiera ser seguro, fiable, sencillo de manejar, ágil, etc., pero nos topamos con la realidad de los hechos y es que la inmensa mayoría de los que intervienen en el mundo de la justicia -jueces, secretarios judiciales, procuradores, abogados, funcionarios?- están que trinan con este sistema que, a mayor abundamiento, luego de años de planificación y estudio, sólo es aplicable en determinadas ramas del derecho como en civil -y eso cuando funciona, pues hay muchos días que el sistema no responde-. No así en penal u otras, de manera que, a día de hoy, en unos Juzgados exigen firma digital, formatos especiales, etc., y en otros basta con un mero fax o email, y todo ello sin la debida instrucción y preparación de los que deben manejar este sistema o, en otras palabras, "deprisa y corriendo". Para mayor desgracia, frente a esa idea de instalar un sistema donde no existiera papel, acaece que en la realidad no sólo existe papel sino que por problemas del sistema se utiliza mucho más papel que con anterioridad.
Hoy en día que todo el mundo utiliza el correo electrónico sería mucho más práctica su utilización en este campo, una vez debidamente autentificados los intervinientes. Entonces sí, se ganaría agilidad, fácil manejo y, en definitiva, el justiciable vería acortados los tiempos de respuesta judiciales. ¿O no se trata de eso? Esperemos que con el clamor que existe en todo el colectivo se arbitre un sistema mucho más sencillo, eficaz y eficiente a la mayor celeridad posible.
