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Javier Morán

El Cormorán

Javier Morán

Intrusiones museleras

Sabrán ustedes que hay unas estaciones, unos cajones blancos que sirven para medir las circunstancias de la atmósfera y sus contaminaciones. Dependen del Gobierno del Principado, ese ente que de modo tan escaso aprecia a la Villa de Jovellanos en todos sus órdenes, como está demostrando con las nubes de minerales que asaltan la ciudad desde El Musel. Unas palabras de ánimo por parte de la consejera de Medio Ambiente, Belén Fernández, nos hubieran levantado la moral, especialmente si al mismo tiempo hubiera distribuido máscaras. Pero volvamos a los cajones, ya que si durante más de 35 días en cada año civil se superan ciertos límites, la ciudad de autos se mete en el cajón de los puntos negros. No obstante, la cosa no es tan rápida, ya que el Principado envía los datos al Ministerio de Agricultura y allí los cocinan eliminado lo que denominan "intrusiones africanas", es decir, el polvo que desde el Sahara llega a España. Ese descuento puede significar que la ciudad se haya pasado de la raya 40 días, pero le quitan seis de "intrusiones" y ¡bingo!: la localidad está limpia. Ahora bien, vayan ustedes a explicarle, por ejemplo, a un enfermo de EPOC (Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica), que la culpa es del Sahara. Si les manda a tomar por donde rompen los sacos, habrá hecho lo correcto. Con todo esto queremos decir que las autoridades políticas están dotadas de unas cuantas picardías para quitarse muertos de encima. Esto en el caso de que hagan algún caso, porque con El Musel el Principado nos tiene perfectamente abandonados.

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