Coincide en estos días la discusión de dos documentos vitales para el diseño del modelo de ciudad que queremos: el Plan General de Ordenación (PGO), que la próxima semana irá a Pleno para su aprobación inicial, y el plan estratégico de Gijón 2014-2024, que encara ya su última fase, la de la evaluación y concreción de las propuestas realizadas por grupos de expertos y agentes sociales y económicos de la ciudad.

En apenas dos kilómetros de longitud -algo más de una milla, de ahí el nombre de la exitosa marca- conviven más de un centenar de empresas de alto componente innovador y carácter tecnológico que aportan ya casi la cuarta parte del producto interior bruto (PIB) local. Seis de cada diez trabajadores de las empresas de la Milla cuentan con estudios superiores y su productividad duplica la media nacional. Tres de cada diez euros que se invierten en investigación en Asturias figuran en la cuenta de las empresas tecnológicas de este ecosistema de innovación, del que podríamos decir, sin exagerar, que es el Silicon Valley asturiano.

Tanto el nuevo PGO como el plan estratégico en elaboración coinciden en señalar a Cabueñes, donde se encuentra el Parque Científico y Tecnológico, el campus universitario, Laboral Ciudad de la Cultura y el hospital, como uno de los territorios esenciales del Gijón del futuro inmediato. Tan es así que los redactores de la revisión del planeamiento urbanístico municipal señalan abiertamente en el documento que Cabueñes "es la gran apuesta del PGO", donde se concreta, añaden, "la estrategia de la ciudad productiva, potenciando y facilitando la implantación de empresas tecnológicas y las sinergias entre la industria, el I+D y la Universidad", todo ello en un entorno de gran calidad paisajística que acoge también el Jardín Botánico, el pulmón verde de Gijón.

La apuesta por Cabueñes en el nuevo plan de urbanismo lleva a proponer la ampliación de la superficie destinada al Parque Científico y Tecnológico, completándolo por el Este y el Norte y apoyándolo sobre la avenida Pecuaria. La intención es dotarlo de más suelo para nuevas implantaciones industriales en la zona y aprovechar las fuertes economías de escala y localización que se generan entre empresas geográficamente cercanas.

Si los redactores del PGO se refieren a este eje local como el "emblema del nuevo modelo económico por el que apuesta la ciudad", los expertos que participan en la redacción del plan estratégico, la fotografía de un nuevo Gijón a diez años vista, coinciden en la propuesta de convertir a Gijón en "una ciudad del conocimiento", con el entramado de Cabueñes como base y como modelo para consolidar la cuádruple hélice: la que pone en relación a la Administración, las empresas, la Universidad y la sociedad civil.

Si la Milla del Conocimiento, en fase previa a una nueva ampliación, es ya motor de desarrollo y de crecimiento económico no sólo de esta ciudad sino del conjunto de la región, habrá que convenir que las administraciones públicas local y regional están obligadas a incentivar la implantación de nuevas empresas en este entorno tecnológico de enorme futuro, llamado no sólo a generar iniciativas innovadoras, sino a liderar el modelo urbano dinámico y emprendedor que está por venir.