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Javier Morán

El cormorán

Javier Morán

La cabeza de Alfredo

El Festival de Cine de Gijón ha vuelto a quedarse corto en previsiones económicas de gasto y por segundo año consecutivo ha costado a la ciudad unas cuantas decenas de miles de euros suplementarias a lo cuantificado inicialmente. En la edición de 2014 la empresa pública Divertia, dedicada a divertir a los gijoneses, tuvo que amenizar las cuentas del Festival depositando una paga extra de 380.000 euros. Y en la última edición, de 2015, la cantidad entretenida en el certamen ha sido de 267.000 euros. En total, el Festival de Cine de Gijón costó 1.166.000 euros el año pasado, pero no vamos a ser cicateros: el de San Sebastián ronda los seis millones; Málaga, unos 2,6; Valladolid, alrededor de 2,3; Sitges, en torno a 1,5, y Sevilla, unos 950.000 euros. Por tanto, hallarse entre la media docena de citas fílmicas más importantes de España tiene un precio razonable y únicamente habría que demandar a estos chicos que aviven el seso y presupuesten con mayor precisión. No obstante, nos preocupa más la mengua en la subvención de Liberbank, antes Caja de Ahorros de Asturias o, sobre todo, la del Gobierno del Principado en el marco de su poco aprecio por Gijón. Por cierto, a causa de estos sobrecostes, la oposición municipal ha pedido la cabeza del director del Festival, Ignacio Carballo, a quien, sin embargo, habría que demandarle algún órgano no vital y duplicado por ciertas trapisondas de la cita gijonesa. En cualquier caso, más pedía el director Sam Peckinpah cuando estrenó "Quiero la cabeza de Alfredo García", allá por 1974.

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