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Alberto Menéndez

El modelo Oviedo para que gobierne Sánchez

De cómo el socialista Wenceslao López acabó siendo alcalde gracias al inesperado apoyo de Podemos

Quién le iba a decir tras las elecciones del 24 de mayo del año pasado al socialista Wenceslao López que iba a acabar siendo alcalde de Oviedo. Pues sí, lo es. Y eso que no fue el candidato más votado, ni tan siquiera la del PSOE fue la lista más respaldada entre los partidos de izquierda. Un caso más de lo impredecible que es la política española. Por eso, ¿quién puede asegurar en estos momentos que Pedro Sánchez no va a ser el próximo presidente del Gobierno de España? ¿No se habrá inspirado para su alambicada estrategia en Wenceslao López? Eso sí, partiendo de la premisa de que el asturiano no había preparado nada y que salió elegido alcalde por casualidad. Así de claro.

En los comicios de mayo de 2015 el partido más votado en Oviedo fue el PP (que llevaba ostentando el poder en el municipio 24 años), con 11 concejales. En segundo lugar quedó Somos (Podemos), con 6, por delante del PSOE, 5; IU, 3, y Ciudadanos, 2. Desde el primer momento el número uno socialista, Wenceslao López, se mostró partidario de un gobierno municipal de izquierdas con la podemista Ana Taboada como alcaldesa. Pero hete aquí que López no contó con que la dirección regional de su partido, que lidera el presidente del Principado, Javier Fernández (nada proclive a Pablo Iglesias y sus correligionarios), iba a poner como condición inexcusable para apoyar a Taboada que los compañeros de ésta en Gijón (en donde la izquierda también tiene mayoría) respaldasen al socialista José María Pérez como presidente de la Corporación local. Pero no, Xixón Sí Puede (Podemos) se decantó por la derecha, por la candidata del partido de Francisco Álvarez-Cascos, Foro. Y Carmen Moriyón repitió al frente de la Corporación municipal.

El comité autonómico de la Federación Socialista Asturiana se reunió con carácter de urgencia y acordó no votar a Ana Taboada como alcaldesa de Oviedo. Wenceslao López y otros dos concejales estaban dispuestos a incumplir las órdenes de la dirección regional del PSOE, pero los dos ediles restantes no, por lo que el popular Agustín Iglesias Caunedo, de cumplirse las expectativas, seguiría gobernando el Ayuntamiento de la capital del Principado. Ante esta situación saltó la sorpresa. Sin previo aviso, los seis representantes de Podemos votaron al cabeza de lista socialista. Les siguieron los tres de IU y, por supuesto, los cinco del PSOE, por lo que Wenceslao López salió elegido alcalde. Sin comerlo ni beberlo. Y ahí continúa, entre líos internos permanentes.

¿Será eso lo que quiere Pedro Sánchez, que Podemos, como sucedió en Oviedo, termine permitiendo al actual líder socialista que sea presidente y arrastre a otros grupos ante el temor a que Mariano Rajoy acabe ahora o en unos meses repitiendo en el cargo? Si realmente esta hipótesis se acabara haciendo realidad, lo que casi se podría asegurar es que el espectáculo de Podemos está garantizado. En el momento de la votación y después. Por si acaso, Pedro Sánchez debería comenzar a analizar el funcionamiento del Ayuntamiento ovetense desde que lo gobierna el tripartito Podemos-PSOE-IU. Y si aún tiene alguna duda de lo que está pasando con el partido morado en relación con los socialistas en Oviedo y en Asturias en general que le pregunte a uno de los pesos pesados de su partido, el presidente del Principado, Javier Fernández.

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