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El secreto mejor guardado

Clinton quiere ganar once de sus doce duelos y Trump tiene aseguradas ocho victorias en trece elecciones

Parece uno de los secretos mejor guardados de las presidenciales de EE UU. ¿Cuál es el número verdadero de Estados que celebran primarias en el Supermartes de hoy. ¿Once? ¿Doce? ¿Trece? ¿Catorce? Se diría que todo depende del medio de comunicación que se lea. Pero no, claro, es sólo una consecuencia del vicio de recurrir al corta pega y no consultar las fuentes. Son trece estados (pueden localizarlos en la infografía adjunta) y un territorio (Samoa). Lo que ocurre es que los republicanos se miden en los trece y los demócratas sólo en once y el citado territorio de Samoa, ya que no montarán urnas ni en Alaska ni en Wyoming. Sumen el hecho de que hoy comienza la semana habilitada para que se pronuncien los demócratas residentes en el extranjero y tendrán el bonito rompecabezas de una jornada en la que el partido del elefante dirime la atribución de 661 delegados y el del burro asigna 878.

Los demócratas llegan a la cita de hoy después de que su estreno en tierras meridionales se saldase el pasado sábado en Carolina del Sur con una arrasadora victoria de Hillary Clinton, quien con el 73,5% de los votos y 39 de los 53 delegados en juego, demostró que la comunidad negra sigue siendo uno de los mejores caladeros demócratas. Seis de cada diez personas que se acercaron a las urnas pertenecían a esa minoría y se estima que, de ellos, más de un 85% se inclinó por la exsecretaria de Estado a falta de poder hacerlo por Obama.

Aun con reservas, los afroamericanos consideran a la antigua primera dama la sucesora natural del presidente saliente y, al menos en una cosa, no les falta razón: Obama, que sólo está manteniendo una neutralidad relativa ante el proceso de primarias, ha dejado caer de modo indirecto su preferencia por su antigua colaboradora y rival.

Las encuestas aseguran que Clinton se impondrá con autoridad en nueve de sus once citas de hoy. Su rival, el izquierdista Bernie Sanders sólo lo haría, aunque por goleada, en Vermont, el minúsculo Estado por el que es senador, mientras que Massachusetts, el ancestral feudo de los Kennedy, arroja una situación de empate técnico. Si los hechos no acaban por desmentir a los augurios, Clinton debería pues embolsarse hoy cuando menos 750 delegados. Esto propulsaría el actual tanteo (543 a 85) hasta cifras casi irredimibles para Sanders, ya que la mayoría absoluta está en 2.382.

Aquí llega el momento, por cierto, de desmentir un bulo muy extendido: Clinton no pierde con Trump en las encuestas, sino que le adelanta en 17 de las 20 más importantes hechas desde noviembre, aunque el promedio ponderado cifra en un 2,8% su ventaja, lo cual no puede considerarse sino un empate técnico. Además, Trump es el único candidato sobre el que los sondeos le dan ganadora, ya que el senador texano Ted Cruz le ganaría por 0,8% (otro empate técnico) y el floridano Marco Rubio le sacaría un 4,7%. Por algo es el candidato del aparato republicano.

En el Grand Old Party, la imparable carrera de Trump -al que ya jalea el Ku Klux Klan con saludos nazis- debería proseguir con victorias claras en ocho de los trece estados en disputa. Sólo en Texas -que, eso sí, atribuye 155 de los 661 delegados del día- se impondría Cruz, quien no en vano es el candidato local, mientras que Arkansas, Colorado, Minnesota y Wyoming ofrecen prospecciones difusas o contradictorias que, en Arkansas y Minnesota, podrían favorecer a Rubio, ayudándole a compensar la paliza que le va a dar Cruz en el Estado de la estrella solitaria. Aunque con un Trump por encima de los 500 delegados -la victoria está en 1.237- quedaría poco partido.

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