Ha nacido una estrella. Me refiero a Cristina Fernández, concejala del PP en Oviedo. El artículo que ayer publicó en estas páginas marca la diferencia. Y abre el futuro. Muy bien escrito, valiente, decidido, con ideas claras... menudo abismo con lo que es habitual en ese grupo político. Cristina Fernández defiende en su texto la postura del PP municipal sobre cierto manifiesto del Día Internacional de la Mujer y pone a caldo a los podemitas, sus burdas demagogias y crudos sectarismos.
No tiene nada que ver con lo anterior porque vive de su trabajo, no como esos coroneles, ahora todos pringados en las tramas del agua, que desde los 14 años no han hecho otra cosa que chupar del partido. Cristina Fernández, como María Ablanedo y algún otro, no tiene nada que ver con ese pasado horrible de Cagatravas, Cinturones Verdes, Asturcones y Magdalenas Villa. No tiene nada que ver con el PPSOE, así que es libre en el más amplio sentido de la palabra.
Paralelamente ahí está la muy significativa declaración de Gabino de Lorenzo exaltando a Caunedo. De Lorenzo tiene más información que nadie, así que algo sabe. Bueno, no es un misterio, Cherines Fernández está medio tirando de la manta medio dejando de tapar vergüenzas ajenas -es una especie de Soraya Sáenz de Santamaría local- así que hay que largarla, poner a Caunedo en su poltrona y que desde ahí defienda todo lo que hizo y deshizo durante años y años un partido que tenía la sede virtual en Los Monumentos.
Demasiado tarde. Sobran todos . Es la hora de Cristina Fernández y su gente.
