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Javier Morán

El Cormorán

Javier Morán

Capada y retrasada

La empresa encargada de colocar los carriles en la vertiente asturiana de la variante de Pajares se ha enfurruñado y pide más dinero por la obra; además, no se la ve por el tajo, lo que significa el más reciente tropezón en la construcción del paso ferroviario bajo la Cordillera. Lo del sobrecoste, como es el pecado nacional por antonomasia en las obras públicas, ya nos suena a cosa conocida y, sin embargo, es muy alarmante, pues la adjudicación de esa obra data de junio de 2014 y veinte meses después ya estamos con esta cantinela. Total, que nada es creíble en el momento en que la Administración licita una obra y se la adjudica a una empresa, es decir, que en este país de Tócame Roque puede suceder a continuación cualquier cosa. Además, la cosa nos pilla durante una interinidad gubernamental, con lo que vayan ustedes a saber si el Ministerio de Fomento o el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) se van a tomar a pecho el problema. Pero por lo pronto ya empieza a circular la especie de que los asturianos nos despidamos hasta 2018 de una obra en sí mismo capada, es decir, con un sólo tubo del túnel y con ancho ibérico, o ancho Renfe, que no tiene nada que ver con el ancho europeo que ya llega hasta León y que es el propio de la Alta Velocidad. Esto quiere decir que nos están pisoteando abiertamente a los asturianos y que el Gobierno de Rajoy ha sido nefasto en todo lo que ha tocado, ya sea la minería, la energía eléctrica, el derrumbe de Feve o esta Variante interminable.

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