La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Sol y sombra

Vías de agua

El llamado pacto entre PSOE y Ciudadanos empieza a tener vías de agua. Por un lado, la entrevista del "deshielo" con Puigdemont resucita el fantasma de la autodeterminación que no ha hecho otra cosa que sembrar el terreno socialista de ambigüedades calculadas. El fin de las diputaciones genera, a su vez, conflicto en las dos fuerzas que impulsan el único acuerdo hasta el momento tras las elecciones del 20-D. Podemos observa, a su vez, un reflejo debilitado de sus posibilidades en las urnas con pulsos internos y caídas de imagen.

¿Estamos hablando de otro horizonte político por destripar en el tiempo de descuento hasta las elecciones? ¿Volveremos a las urnas? Con un sentido aparentemente pragmático, Pedro Sánchez ha puesto sus raquíticas posibilidades por delante de cualquier esperanza de regeneración o cambio. El candidato socialista se apresta a hacer de la necesidad una virtud: su ambición es presidir un gobierno y hasta junio estará dispuesto a hacerlo bajo condiciones diferentes. Exponerse a un nuevo veredicto de los votos es un asunto que pierde fuerza debido a la presión, el hartazgo y las escasas posibilidades que existen de que unas elecciones puedan aclarar el panorama.

Ciudadanos puede que sea el aspirante más deseado por el Ibex, incluso el que menos recelo despierta en la razón y, sin embargo, sus posibilidades de gobernar junto con el PSOE, por mucho que los españoles vean la mejor salida en el centroizquierda, acabará por convertirse, después de un primer fracaso, en una entelequia. Al mismo tiempo que los acuerdos, simples enunciados, empiezan a mostrarse irreales en manos de un candidato del PSOE que tiene unos principios y, si no gustan, otros distintos. Igual que Groucho Marx.

Compartir el artículo

stats