Han sido frecuentes, mientras el Gobierno regional ha estado en manos del PSOE y el local en las de Foro, los enfrentamientos entre el Ayuntamiento de Gijón y el Principado. Cabe considerar esa pugna dialéctica parte de juego político, cuando dos administraciones cercanas y con competencias comunes lucen distintas siglas. No parece sin embargo de recibo que esa rivalidad repercuta en los ciudadanos, que asisten como convidados de piedra a los cada vez más frecuentes brotes de esa enemistad manifiesta.

El último capítulo del combate político entre ambas administraciones tiene dos caras: la de la alcaldesa de la ciudad, Carmen Moriyón, y la de la consejera de Fomento, Belén Fernández, que han intercambiado durante las últimas semanas duras diatribas a cuenta del retraso en el proyecto del plan de vías y la construcción de la estación intermodal y de la disparidad de criterios en la búsqueda de soluciones para paliar el problema de la contaminación en la zona oeste de la ciudad.

Si el Principado acusa a Foro de ir de la mano del PP, en el Gobierno de la nación, para modificar, sin contar con el Ejecutivo regional, el proyecto de la futura estación, el poder municipal achaca al autonómico que mira para otro lado y niega la evidencia de los elevados índices de contaminación que soportan los vecinos que habitan los barrios más próximos al entramado industrial de la ciudad. El caso es que, la una por la otra, el problema se sigue padeciendo y los paganos son los gijoneses que tienen que respirar humos nocivos en distintas épocas del año, como certifican los datos de las estaciones medidoras de la contaminación.

El equipo de gobierno municipal ha hecho bandera desde la llegada de Javier Fernández al poder regional de la marginación de la ciudad más poblada de Asturias en los Presupuestos autonómicos. No le falta razón a los foristas en criticar que Gijón no es la ciudad mejor tratada en las cuentas regionales pese a ser la que cuenta con mayor número de habitantes, pero hablar de discriminación orquestada desde el PSOE para castigar a Foro se antoja una exageración. Es cierto, sin embargo, que Gijón merece más atención del Gobierno regional: sobre un Presupuesto de 4.100 millones, la inversión en grandes obras para esta ciudad en este año es de 8,6 millones, de los cuales 7,1 millones van destinados al enlace de la Zona de Actividades Logísticas por La Peñona y 500.000 euros para estudios de la anunciada ampliación del Hospital de Cabueñes, la gran obra que el Principado va a acometer en esta ciudad con cargo a sus Presupuestos en los próximos años, con un coste cercano a los 100 millones.

Al Gobierno regional y al local habría que reclamarles, desde la sociedad civil, lealtad institucional y cooperación. La valoración de los políticos no sólo cae entre los ciudadanos por culpa de la corrupción y los malos hábitos de gobierno: también cuando los votantes detectan que los que gobiernan distintas administraciones ponen los intereses personales y de partido por encima de la defensa del bien común.