Como es sabido, seguimos con toda puntualidad los avatares de la construcción del AVE Medina-La Meca, en Arabia Saudí, y lo hacemos para consolarnos con que en todo lugar cuecen habas, y no sólo en esta Asturias que tiene la variante de Pajares empantanada y con una empresa reclamado un sobrecoste para poner los carriles. Además, aquí padecemos el proceso judicial al que está siendo sometida la ampliación del Musel, gloriosa obra con gloriosos sobrecostes. Pero a lo que vamos es que eso llamado la "marca España" se embarcó en construir el citado AVE saudí y allá se fueron varias empresas formando una unión temporal (UTE), entre ellas, varias del grupo Fomento como la Renfe o el Adif, que tanto nos hacen sufrir a los asturianos. Total, que allí no han podido con la arena del desierto -alguna de las empresas, que se han atacado unas a otras como hienas, dice que por errores de proyecto-, ni llevan la obra en tiempo y contabilidad, es decir, que han hecho patente la costumbre española del sobrecoste. Pues bien, después de que el Rey emérito intentara arreglar un poquito las cosas con sus primos hermanos, los monarcas saudíes, parece que le van a cortar la cabeza -no literalmente-, al director general de la UTE, que ya es el cuarto de la espléndida hazaña y que había sido propuesto por Renfe y, por tanto, deducimos que por Fomento. Como se ve, cuatro ceses no es como para alegrarse y la cosa está verdaderamente chunga. Ahora bien, por parte de los saudíes no hay ni la más mínima señal de añadir más dinero alas obras. Vaya drama.
