El programa municipal de subvenciones para la rehabilitación de manzanas residenciales de barrios degradados se ha convertido en manzana envenenada para algunos de los beneficiarios de estas ayudas para la recuperación de fachadas. Justamente para aquellos beneficiarios cuyas condiciones de vida son más precarias, destinatarios de subsidios compensatorios y pensiones no contributivas. Beneficiarios de estas subvenciones que otorga el Ayuntamiento de Gijón han visto recortadas sus percepciones al considerar Hacienda el incremento patrimonial que supone el arreglo de sus viviendas. El primer caso conocido fue el de una viuda de Jove, que al no llegar a la pensión mínima cobraba del Estado una compensación a mínimos, que la Seguridad Social le retiró parcialmente.

El caso lo destapó la pasada semana este periódico y desde entonces han corrido ríos de tinta sobre un asunto que preocupa, y mucho, a los vecinos de barriadas populares y obreras como las destinatarias de estas ayudas: Jove, Tremañes, Monteana, Contrueces y Portuarios.

Foro cambió el programa de ayudas a las fachadas cuando llegó al gobierno local en cumplimiento de un compromiso electoral en el que anunciaba la subvención del 100 por ciento del coste de las obras para rehabilitar barrios degradados. El gobierno local cumplió esa promesa, pero los vecinos afectados aseguran que no se les informó convenientemente de la posibilidad de perder parte de su pensión, ni del elevado importe que tendrían que declarar a Hacienda por la recepción de esas ayudas, cuya cuantía se eleva en algunos casos a entre 7.000 y 10.000 euros. Foro, sin embargo, lo niega. El portavoz municipal, Fernando Couto, aseguró días atrás que la advertencia se hizo "no una vez ni dos, sino muchas".

No ha sentado bien, sin embargo, en los barrios afectados que el concejal Fernando Couto limitara la gravedad del problema a decir que se trata de unos simples "casos puntuales". Que el problema no sea generalizado no limita la responsabilidad municipal en este asunto. Lo contrario sería un escándalo.

La pelota está en el tejado del Ayuntamiento de Gijón, que debería propiciar que esas personas que han visto recortada su pensión por culpa de las citadas subvenciones para la recuperación de fachadas reciban una compensación por la vía de alguna de las ayudas de emergencia que tiene prevista la concejalía de Servicios Sociales. Lo que no es de recibo es que lo que se concibe y promociona como una ayuda municipal acabe generando a los ciudadanos más problemas de los que resuelve.