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Cien líneas

Panameños

Ya saben, si no hubiese infiernos fiscales no habría paraísos fiscales. Y tener dinero en Panamá o en la Conchinchina es perfectamente normal y legal. Otra cosa es el origen de la pasta, las operaciones que se hagan y el sentido de la patria de cada cual.

En la duda, siempre a favor del individuo y en contra del Estado.

La macro filtración en curso, porque esto solo acaba de empezar obviamente, tiene mil caras, aristas y ángulos.

Un progre millonario -y valga la redundancia- tal que Almodóvar, que se pasa la vida piando en nombre de los desheredados y exigiendo subvenciones y exacciones al Gobierno, tiene que tener la cara de cemento armado para sacar sus doblones de España y radicarlos en Panamá. Y quienes aún lo admiran y aplauden es que son masoquistas o tontos de remate. Por cierto que el pollo, con los cadáveres del 11-M aún calientes, tuvo la desvergüenza de afirmar, en una rueda de prensa plagada de periodistas de decenas de países, que Aznar había intentado dar un golpe de Estado cuando quienes lo tantearon -¡y lograron!- fueron sus amigotes progres con la violación de la jornada de reflexión y el acoso masivo a las sedes del PP.

Y qué decir de una Infanta de España o de un comisario europeo o de un jugador tan alabado como extraño ya que se pasa los partidos vomitando sobre el césped.

Aún están por salir los nombres asturianos de la movida. Espero ansioso sus explicaciones porque sin duda de ningún tipo se trata de personajes ultra solidarios, volcados en hacer el bien a los demás.

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