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Alberto Menéndez

Ya no hay novatos

Los partidos emergentes ya no son tan novatos, tan inocentes como en ocasiones quieren dejar entrever. La candidez en política dura muy poco. Y eso, mal que les pese, se nota a medida que pasan los días. Y mucho. Desde las elecciones europeas de mayo de 2014, que supusieron el gran lanzamiento mediático de Podemos, la vida política española ha cambiado considerablemente. Y muy rápido. Los comicios autonómicos y municipales del pasado mayo trastocaron el tradicional reparto de poder en España, un nuevo mapa partidista que se consolidó sólo siete meses después, el 20-D.

Novedades constantes a velocidad de vértigo. Pero hace semanas que todo se ha parado, que el hasta entonces movido panorama político español se ha estancado. Lo que falta por saber ahora es cuánto durará y cómo se resolverá el complicado jeroglífico actual, que afecta a la gobernabilidad de España y, por supuesto, de rebote, al de las diversas autonomías. Y entre ellas quizás una de las más atentas a estas posibles negociaciones madrileñas es Asturias. El Ejecutivo socialista del Principado, con sólo el respaldo parlamentario de 14 de los 45 diputados de la Junta General, respiraría si en Madrid su líder nacional, Pedro Sánchez, lograse involucrar a Podemos y a Ciudadanos en algún tipo de acuerdo que evitase las elecciones en junio y que pudiese tener traslado a la comunidad autónoma. Es lo que desearían los responsables regionales del PSOE, aunque son conscientes de la dificultad que este pacto entraña y más aún que la dirección del partido morado en Asturias lo acabase ratificando en el Parlamento autonómico.

Ya queda menos de un mes para que el Congreso decida si hay un nuevo Gobierno o por el contrario se convocan elecciones y ningún partido asturiano se atreve a pronunciarse sobre lo que puede pasar, aunque también es cierto que todos están engrasando la maquinaria electoral. Ya no hay noveles. Todos comienzan a tener pasado, todos han realizado una labor en las instituciones, y por ella -ahora ya sí- pueden ser evaluados por los ciudadanos. Incluso, en ocasiones, caso de Podemos-Somos en el Ayuntamiento de Oviedo, tendrán la oportunidad de pronunciarse ya no sobre palabras o comportamientos, sino sobre una gestión concreta.

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