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Cien líneas

Doble crisis

Ahí están los jefes podemitas hasta arriba de millones recibidos en paraísos fiscales y de manos de una dictadura asesina como la del Gorila Rojo y sucesores. Y qué decir del teléfono móvil del jefe de ese partido que se lo paga una empresa del Gobierno iraní, donde ahorcan a los homosexuales con grúas y lapidan a las mujeres violadas acusándolas de adúlteras.

El escándalo debería ser monumental. Pero ya ven que, ciertamente sale la noticia y se comenta, pero apenas se crea un tibio ambiente de rechazo.

Si, mismamente Cospedal tuviese un móvil pagado por el Gobierno de una teocracia hiper criminal o recibiese millones de una dictadura sangrienta saldrían, con toda razón, las masas a la calle por millones y nadie regresaría a casa hasta que la susodicha desapareciese del mapa público para siempre.

¿Cuál es la diferencia? Una y solo una con carácter, eso sí, poderosísimo: los medios apenas tienen nada que ver con la sensibilidad social, están completamente basculados hacía un lado y no el bueno precisamente.

Ya se que es anatema decir estas cosas. Ay, la verdad siempre es anatema.

De ahí la crisis mediática. De ahí y de las revoluciones tecnológicas. Por ejemplo, Twttier va a transmitir por streaming partidos de la NFL. Espera llegar hasta 800 millones de usuarios, entre registrados y no registrados en esa red social. Y todo en teléfonos móviles. Periscope, que va por ahí, tiene apenas un año y ya es un clásico.

Muy mal asunto cuando los medios no responden a las necesidades y sensibilidades de los ciudadanos.

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