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Jefe del Servicio de Pediatría del Hospital Universitario de Alicante y autor de "Cine y pediatría 1, 2, 3 y 4"

Cine y pediatría

El efecto terapéutico de las películas para atajar las enfermedades infantiles

El proyecto "Cine y Pediatría" nació en enero del año 2010 en el blog Pediatría basada en pruebas. Desde entones se han escrito más de 315 post, uno cada semana (y todas las semanas, sin faltar una) desde hace más de seis años. Y desde el blog, "Cine y Pediatría" se ha convertido en realidad en cuatro libros, publicados sucesivamente en los años 2012, 2013, 2014 y 2015, con el quinto libro que aparecerá en mayo de 2016 (y el sexto ya escrito). Y el proyecto continúa vivo, más vivo si cabe.

"Cine y Pediatría" nació como una experiencia personal, pero se ha convertido en proyecto colectivo gracias a internet y las redes sociales. Experiencias en congresos científicos de pediatría (nacionales e internacionales), experiencias en actividades docentes (de pregrado, postgrado y formación continuada), experiencias en publicaciones científicas (pediátricas y no pediátricas) y, cómo no, también nos hemos hecho presentes en festivales de cine, principalmente en el Festival Internacional de Cine de Alicante en sus últimas cuatro ediciones o el último Festival Internacional de Gijón.

Y este camino nos ha permitido cumplir un sueño: llegar a ser miembro de ASEMEYA (Asociación Española de Médicos Escritores y Artistas) con el discurso que llevaba por título "¿Te atreves a prescribir películas en Pediatría?". En Pediatría nos encontramos con patologías y entornos socio-sanitarios muy sensibles para pacientes, familiares y para profesionales sanitarios. Es en estos entornos médicos donde no sólo hay que prescribir sofisticadas pruebas diagnósticas y modernos tratamientos, sino también películas que ayudan a comprender la enfermedad y los enfermos, a humanizar la atención, a mejorar el duelo y a profundizar en la relación entre profesionales sanitarios y pacientes.

La prescripción de películas puede orientarse a muy diversos receptores: a estudiantes de Medicina, a residentes de pediatría (y otras especialidades), a los propios especialistas médicos y a otros profesionales sanitarios. También podrían "prescribirse" a familiares de los niños enfermos e, incluso, a los propios niños y/o adolescentes, estudiando muy bien el objetivo que se pretende en cada receptor, para que el mensaje positivo llegue correctamente.

Porque, al igual que cualquier medicamento tiene indicaciones y contraindicaciones, condiciones de uso, interacciones y efectos adversos, asimismo, una película debe mirarse con los mismos ojos. No consiste en prescribir, sino en prescribir bien. No consiste en recetar, sino en hacer un buen uso de aquellas películas con alto valor humano, afectivo y emocional, por sus enseñanzas: en este caso hablamos de las que hemos denominado como películas "argumentales". No todas las películas serán válidas para todos los potenciales espectadores y debe ser un tema que se maneje con la prudencia, ciencia y conciencia que se merece, teniendo muy presente (en el caso de que nos dirijamos a familias y pacientes) la fase de la enfermedad y el estado de ánimo.

La Asociación Nacional de Informadores de Salud (ANIS), en su IX Congreso celebrado en Valladolid (2013), "un congreso de cine", acogió "Cine y Pediatría" con la Mesa: "Salud y Cine". Posteriormente, en la 53.ª edición del Festival Internacional de Cine de Xixón (FICX), auspició una Clase Magistral sobre el tema. Más recientemente Oviedo, en las III Jornadas de eSalud Asturias, nos acercó al proyecto y a comprender que "prescribir películas" es también una buena opción terapéutica.

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