La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Alberto Menéndez

Mejor lejos

La dirección de Izquierda Unida de Asturias no quiere saber nada de negociar directamente con los máximos responsables regionales de Podemos de cara a una confluencia electoral el 26 de junio. No se fían. Consideran que lo más oportuno es que el posible acuerdo se alcance en Madrid y sea de ámbito estatal. Además, los precedentes de reuniones entre ambos partidos en el Principado no son muy estimulantes: siempre acabaron en fracaso. La cúpula autonómica de IU tiene serias dudas de que quienes están al frente del partido morado en la región sean partidarios realmente de un acercamiento entre ambas fuerzas.

El sector mayoritario de IU de Asturias, el que encabeza su coordinador regional, Manuel González Orviz, está convencido de que finalmente habrá una coalición electoral con Podemos y que precisamente González Orviz será quien ocupe el número dos de la candidatura asturiana al Congreso. Este sector de IU considera que cualificados dirigentes de Podemos-Asturias no ven bien que el segundo lugar de la lista a la Cámara baja el 26-J lo ocupe un representante de IU. Y que por eso están intentando enturbiar las relaciones entre los dos partidos, con duros ataques al portavoz de la coalición de izquierda en la Junta General, Gaspar Llamazares. Lo que buscan, dicen desde IU, es una respuesta colegiada y "patriótica" a favor de Llamazares, y mezclarlo todo en una confusa negociación que no llevaría a ninguna parte. Por eso Orviz ha decidido no abrir ninguna vía de diálogo con los podemistas asturianos.

Tal como le sucedió con ocasión de la confección de la listas electorales para el 20-D, la dirección regional de la formación morada ha quedado de nuevo relegada a un segundo plano, aunque en esta ocasión no sólo por el escaso protagonismo concedido por su líder, Pablo Iglesias, sino también por las calabazas dadas por IU. Los responsables de Podemos-Asturias plantearon una estrategia para intentar aprovecharse de la división interna en IU (con González Orviz y Llamazares enfrentados sobre una candidatura única de la izquierda alternativa), pero les salió mal.

Compartir el artículo

stats