Es curiosa, aunque no totalmente desconocida, la dinámica que se ha creado con esto de arreglar la "anomalía de Gijón", es decir, lo que Izquierda Unida pide a Xixón Si Puede (XSP) en vista de que sus respectivas fuerzas han pactado a nivel nacional ir de la mano en los próximos comicios. Eliminar dicha anomalía consiste en que las tres fuerzas de izquierda, IU. XSP y PSOE, se propongan una moción de censura contra Foro, que gobierna el Ayuntamiento en minoría. Lo que resulta conocido es que el trío de marras ya intentó congraciarse cuando se constituyó el Consistorio, va para un año, pero ni lo que el PSOE había elegido como encabezamiento gustaba a XSP, ni los socialistas quisieron doblar la rodilla. El caso es que ahora se repiten las tiranteces, pero con la variante de que IU y XSP dicen sumar ocho ediles, lo cual es cierto, y en consecuencia le ofrecen al PSOE que si quiere sumarse con sus siete concejales. Esto es lo que le da la vuelta a lo sucedido hace diez meses, cuando los socialistas argumentaban que ellos eran la izquierda más votada en Gijón. Vamos a ver. Esto puede parecer una discusión sobre galgos y podencos, pero a la postre tiene una pizca de interés, pues, tras aquella imposibilidad de pacto, el PSOE se ha mostrado siempre despechado y alegando que XSP se abrazaba a la derecha forista. Pues bien, si ahora los socialistas no se suman al baile de la izquierda les dirán que son ellos los que se amagüestan con la alcaldesa Carmen Moriyón. Esto es lógica pura, pero no vamos a adelantarnos a los acontecimientos. Además, hay cierta malicia en esto del dúo XSP-IU, pues lo que vienen a insinuar es que su alianza acarreará el próximo junio peores resultados electorales para el PSOE, al que aspiran a llevar después a su terreno con correa irrecusable, pues sin él, como en Gijón, no podrán formar mayoría gubernamental y, a la vez, con el rechazo explícito de los socialistas a tal alianza los hijos de Pablo Iglesias (el ferrolano, no el de Vallecas-La Mancha) quedarán en un lugar muy incómodo.
