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Sol y sombra

Noticia no identificada

De los medios de masas - decía Ignacio Ramonet- hemos pasado a la masa de medios. Esto, aunque a simple vista no lo parezca, tiene más inconvenientes que ventajas. Por lo pronto origina cierta confusión que se acrecienta en medio del estruendo digital. El hecho de que cada vez más la información se pueda conseguir en cualquier lugar no significa y mucho menos garantiza que sea fiable.

Me entero por la web "clasesdeperiodismo.com" cómo el 43 por ciento de los usuarios de internet desconoce de dónde provienen las noticias que leen. Es decir no saben, ni les importa seguramente, qué medio está detrás de aquello que en muchos casos dan por bueno o suponen que se trata de algo lo suficientemente verificado por quienes lo escriben y publican. Este dato acerca de la información no identificada procede de un estudio de Digital Content Next, una organización que representa a compañías con contenido online. Su CEO, Jason Kint, se ha felicitado por el hallazgo y ha dicho que por lo menos más de la mitad de consumidores de noticias "buscan las marcas en que confían" para informarse. La suya, resignémonos, es la teoría del vaso medio lleno.

Particularmente soy partidario de comprar en el quiosco las noticias que consumo. Tanto si se trata de papel como si es digital. Quiero saber quién me informa incluso cuando bebo de muchas fuentes. En ciertos medios de prensa no es difícil encontrar -nunca lo ha sido- basura tóxica, pero aún lo es mucho menos en la maraña digital.

Internet ha planteado más de un problema ético al periodismo, además del consabido económico que consiste en averiguar cómo ganar lo suficiente para sostener información y análisis de calidad, cuando la opinión es libre pero los hechos son caros. Necesitamos lectores que distingan, dispuestos a valorar lo que leen y dónde lo leen. La sociedad, también.

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