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Cien líneas

Tesoro

Cierto, muy cierto, "la lengua española es el mayor activo de un español del siglo XXI". Lo dijo el lunes Iván Vélez, arquitecto conquense, que forma parte del grupo de Gustavo Bueno, durante una conferencia impartida en Oviedo, en la fundación que lleva el nombre del filósofo.

Y va Barei y canta en inglés.

Quedó en el vagón de cola del Festival de Eurovisión. Pelotón de los torpes.

Unos por odio y otros por ignorancia culpable lo cierto es que han hecho del español la diana de todos los ataques. No es de extrañar, tiene 550 millones de hablantes nativos, por encima incluso del sagrado inglés y también más que el chino o el árabe, plagados de variantes que no se entienden entre sí. Si sumamos a la lengua de Quevedo -patriota, no como otros que yo me se- el portugués que a fin de cuentas es el mismo idioma salvo fonéticas la cifra roza los 800 millones.

El idioma español es el mayor valor de cualquier español, no hay duda. Por eso los separatas atacan por ahí. Van de cráneo con sus hablas ya que, es evidente, están a punto de independizarse.

Creencias, idiomas, imperios... Bueno distingue los imperios generadores como el español, de los depredadores como el inglés. El capitalismo al uso es hijo del tinglado británico y está a punto de morir su forma conocida. La revolución tecnológica arruina los márgenes de beneficio: las empresas tradicionales son insostenibles.

Como no se piensa igual en un idioma que en otro, creo que ha sonado la hora de España en el mundo: un imperio generador y benéfico en puertas.

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