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Javier Morán

El cormorán

Javier Morán

Paraguas a destiempo

El Consejo de Gobierno del Principado acaba de aprobar la declaración de la Universidad Laboral de Gijón como Bien de Interés Cultural (BIC). Sabíamos que era un procedimiento largo, pero no tanto como para haber durado 18 años, que es el tiempo que ha transcurrido desde que en 1998 la entonces directora regional de Cultura, Trinidad Rodríguez -del Gobierno Marqués-, señaló que era necesario incoar el expediente después de que el Ministerio de Educación admitiera en Madrid cambiar los ventanales de hormigón de los talleres por otros de s. Vamos a ver: estamos hablando de tiempos casi prehistóricos, es decir, de cuanto el magno edificio de Cabueñes aún no estaba transferido al Principado. Pero lo fue al cabo de poco tiempo y la declaración de BIC fue olvidada, lo cual constituyó una circunstancia brutal y favorecedora de que durante el Gobierno de Álvarez Areces se ejecutaran unas cuantas burradas arquitectónicas al transformar el conjunto en aquello tan rimbombante de la Ciudad de la Cultura. Insistimos: sin la máxima protección que proporciona la declaración de BIC cualquier iluminado se ve con las manos libres para dejar sus huellas grasientas sobre el objeto desprotegido. Dicho de otro modo, el actual Gobierno del Principado le pone un paraguas a la Laboral cuando ya ha dejado de llover, esto es, diez años después de aquellas trapisondas, que todavía se pueden enumerar una a una. En consecuencia, el BIC se puede introducir ahora mismo por el conducto reglamentario que más convenga.

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