La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Leímos el otro día la noticia de que la cerveza más popular de Estados Unidos, Budweiser, se llamará "América" hasta las próximas elecciones norteamericanas, ensalzando el espíritu patriotero de aquel país.

Botellas y latas lucirán eslóganes como "Tierra de los Libres", "Hogar de los Bravos" o "Libertad y Justicia para todos", es decir mucho de aquello que le gustaba tanto repetir al actor presidente Ronald Reagan.

Y como dice el refrán español: "Dime de qué presumes y te diré de qué careces".

Lo primero que ha hecho Estados Unidos con el nombre de América es apropiarse de todo un continente. Es lo que en la retórica se conoce como "totum pro parte": tomar el todo para designar sólo una parte. Gracias a su poderosa industria de propaganda, el mundo entero ha acabado adoptando el gentilicio de "americanos" para referirse a los ciudadanos de aquel país, con indignante olvido de todos los demás, tan americanos como aquellos.

Ocurre por otro lado que la empresa propietaria de Budweiser, Anheuser Busch Inver, es belgo-brasileña y tiene su sede en Lovaina. Da igual, son tiempos de retórica nacionalista en todas partes. Y a los Estados Unidos de Donald Trump, en eso al menos no les gana nadie. ¿No es el eslogan de campaña del aspirante republicano a la Casa Blanca precisamente el de "Let us make America great again": Hagamos otra vez grande a América?.

"Tenemos ante nosotros el verano más patriótico que ha visto nunca esta generación", afirmó el jefe de marketing de Budweiser, Ricardo Marques, quien añadió: "Siempre hemos querido incorporar a América en la botella".

Esperemos por el bien del mundo que el espíritu no salga esta vez de la botella.

Compartir el artículo

stats