Los líderes nacionales de los principales partidos aseguran que de ésta, tras las elecciones del 26 de junio, habrá Gobierno en España. Es decir, que no serán necesarios unos terceros comicios por falta de acuerdo entre los diferentes grupos. Alguien podría pensar que, tras la nefasta imagen dada por los políticos en los últimos cinco meses, a éstos no les cabe otra opción que sentarse a negociar y facilitar de una vez la gobernabilidad del país. Pero quien así opine es que no se ha puesto a analizar seriamente el comportamiento de los representantes de la ciudadanía en las Cortes. Dar por seguro un acuerdo es no conocer la realidad política española. Por eso es tan importante que todos los líderes se comprometan -no una vez, sino varias- a dejar de marear la perdiz y permitir -por activa o por pasiva- que haya un Gobierno en semanas.
Los resultados, según todas las encuestas, van a ser muy similares a los del 20 de diciembre. En el Congreso habrá cuatro grandes formaciones: PP, PSOE, Podemos (con IU) y Ciudadanos. El partido de Pablo Iglesias puede quedar por delante del que encabeza Pedro Sánchez. Ésa sería la gran novedad del 26-J si es que finalmente el "sorpasso" se hace realidad. Pero ninguno de los cuatro grupos -siempre según los sondeos- va a sacar gran ventaja sobre el resto, por lo que el pactismo va a ser la clave: eso sí, siempre y cuando que los cuatro grandes cambien de actitud ya.
La llave de la gobernabilidad la va a tener casi con toda seguridad el PSOE -tanto si queda por delante de Podemos como si no-. O bien negocia con Podemos y el resto de la izquierda, o bien llega a un acuerdo con el PP y Ciudadanos. Si se cumplen las previsiones, éstas son las dos grandes opciones que existen. Con todos los matices que se quieran, pero no hay más.
