La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

A Pedro no le gustan la hoz y el martillo

La búsqueda del PSOE de un espacio electoral

Pedro Sánchez tiene un problema. Nadie sabe que producto vende. Algunos le votarían si estuviesen seguros de que acabaría uniéndose con Podemos en un Gobierno de izquierdas. Otros, en cambio, le darían gustosos su voto si supiesen que apoyaban una coalición a la europea, con una pata de izquierdas pero homologable a otras tantas en el centro y norte de Europa, y no un proyecto bolivariano.

Ante la duda, unos dicen a los encuestadores que piensan votar a Pablo Iglesias. Los otros, responden que piensan quedarse en casa, meter la papeleta de Albert Rivera o, incluso, la de Mariano Rajoy. Cualquier cosa con tal de no acabar como en Venezuela.

El líder socialista, al menos hasta las próximas elecciones, se pasó las últimas semanas dando estopa a Rajoy. En teoría para conseguir el voto más de izquierdas. Pero la encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) le ha tirado por tierra sus castillos en el aire. Esos votos que perseguía parece ser que prefieren a Pablo Iglesias.

Ahora ha puesto su punto de mira en Podemos, o como se llame en estas elecciones ese partido de los mil nombres y confluencias. "Está probado que no hay ninguna mesa camilla que podamos montar con instrumentos como la hoz y el martillo y mucho menos armar la política de este país", asegura Pedro Sánchez sobre Podemos.

Dentro de un par de semanas veremos si consiguió tranquilizar al votante moderado que rechaza aventuras chavistas de hoz y martillo. Parece difícil que lo consiga porque en ese mismo discurso, tras decir que "el comunismo ha muerto", el líder socialista ofreció a Podemos negociar un futuro Gobierno después del 26 de junio.

Aunque a veces lo importante no es saber qué vendes sino que el posible comprador crea que lo que tú ofreces es lo que él necesita. Solo así puede explicarse que una de cada tres personas que dicen apoyar a Podemos se declare de centro. Eso sí, el 60% de los votantes de Pablo Iglesias se considera muy de izquierdas.

Compartir el artículo

stats