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La esquina

El Kurdistán e Israel

Resulta curioso la tendencia del Gijón oficial para enzarzarse en asuntos lejanos y quizás ajenos a los intereses prioritarios de la ciudadanía habitante de este municipio. El último barullo en el Pleno municipal ha surgido del dichoso boicot acordado por mayoría hacia el país de Israel. Los responsables políticos de la izquierda gijonesa quizá no lo sepan, pero se muestran como herederos de la tradicional amistad con los países árabes cantada tantas veces por el anterior régimen.

Ahora que vuelve a estar de moda Mohamed Ali habrá que recuperar su frase sobre los vietnamitas del Norte y preguntarse qué ha hecho Israel a Gijón.

En situaciones como ésta los años dan cierta ventaja. Un caso parecido provocó uno de los titulares históricos del gran Carantoña que movió los cimientos de la primera Corporación democrática. Con la ciudad patas arriba por una salvaje huelga del transporte y otros conflictos, el Pleno gijonés acordó apoyar la "autonomía del Kurdistán", un asunto de enorme relieve, como se puede colegir, ante las menudencias de la referida huelga del transporte y otros conflictos afincados en aquellos duros días en Gijón.

De la autonomía del Kurdistán, con el debido respeto, nunca más se supo, pero de Israel vamos a seguir sabiendo, aunque el mundo oficial se empeñe en boicotear no se sabe bien qué. Ante hechos como el boicot queda recordar al Kurdistán y a Mohamed Ali y preguntarse qué han hecho los herederos de las víctimas del Holocausto a los gijoneses.

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