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La mano del balompié

Perú ha eliminado a Brasil, Pedro Sánchez no da señales de que a su partido se le vayan a terminar los años de vacas flacas y Cameron se moja contra el Brexit. Eliminar a Brasil con un gol manual hará pasar el partido a la Historia; que el árbitro no se haya entendido con las nuevas tecnologías es conmovedor. ¡En estos tiempos! Justo cuando las tecnologías han ocupado con poderes absolutos el espacio del mago Merlín, queda alguien que no les hace caso. ¿La mano de Maradona? Ni comparación. Aquello fue en el siglo veinte; los informáticos no eran los amos del mundo. Y el Pelusa se enfrentaba a ingleses. En fin, otro contexto. Imposible dictaminar ya mismo si esta reciente insumisión arbitral al dictamen supremo de las tecnologías es señal de anclaje en el pasado o, por el contrario, de luz futura y esperanzadora al final del túnel de la infalibilidad. Hablando de eso, de fallos, hay que ser comprensivos en esta nueva ronda electoral que nos amenizará el mes. Nuestros políticos nos oyen. De entrada, hay que agradecer el esfuerzo que han hecho en confeccionar esas listas electorales llenas de empuje, frescura, novedad, fuerza expresiva, capacidad de convicción y excelencia curricular. La caña. Se entiende que Pedro Sánchez no seduzca: juega en patio de cracks. También es cierto que en España, donde se suele medir el talento con ganas de devaluarlo, el éxito es un valor oscuro. Zapatero cultivó el gris como pocos; desató escasas pasiones y ahora hace pinitos en la mediación internacional. Sánchez ha buscado el impacto mediático contra contrincantes que le meterán un gol como haga falta. Lo intenta en mal momento; su look no está de moda. Buscar algo abiertamente más rancio sería una opción en su partido si la forma fuera en estos tiempos menos importante que la sustancia. En Sevilla miran las cosas de Ferraz con una lupa muy grande.

El Brexit ha conseguido algo bueno: que se hable de números. El debate político no tiene la misma calidad en todos los países, las cifras ayudan a opinar con solvencia. Haber leído un pelín, también. La UE es una pizarra llena de signos y ahora, quieras o no, te enteras de lo que nos pasa si un país se va. Inglaterra tiene liga propia: seguro que es un país. Jugaron bien los ingleses el otro día, y metieron un gol fiel al estilo medievalista de quien, por haber inventado un deporte, desdeña las innovaciones. No nos debemos acostumbrar a convertir en efemérides los goles metidos con la mano porque el fútbol es escuela de modales y, si lo hacemos, podríamos legitimar cualquier chapuza en otros ámbitos. Un gran riesgo: en chapuzas no tenemos tradición. Qué junio llevamos, qué junio nos espera.

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