La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Cien líneas

Estriptis

Mira que llevo tiempo insistiendo. Pablo Iglesias acaba de confirmar lo evidente al decir que José Luis Rodríguez Zapatero ha sido el "mejor presidente que ha tenido nuestra democracia". Ha rematado la jugada contando que "cuando tengo dudas de temas importantes procuro mandarle un mensaje y preguntarle y siempre me ha atendido".

Podemos es el PSOE con otro nombre. Un socialismo afrancesado que triunfa en la Venezuela chavista frente al anterior, mangoneado por Carlos Andrés Pérez, el Gocho, íntimo de Felipe González y tributario de EE UU.

Habría que precisar más, mucho más, porque EE UU es plural, como se ve en el duelo entre Clinton y Trump, y cada uno de esos dos bandos a su vez se subdivide en otros y así hasta el infinito o casi. Lo mismo vale para Francia, el otro actor en juego, que ya en los sesenta lanzó una ofensiva ideológica -y por eso financiera, comercial, incluso militar- con el camelo cultureta del boom literario. La barrera del idioma les obligó a instalar a sus agentes -Gabo, Vargas Llosa y tal y tal y tal- en Barcelona y desde allí todos a hacer las Américas. Francia, hay que recordarlo, tiene desde Fouché los mejores servicios secretos del mundo que valen por mil bombas atómicas y, además, arruinada la URSS y metamorfoseada China, es la única gran potencia socialista que queda, con Hollande o con De Gaulle, es igual.

Todo lo dicho se resume en un concepto: dialéctica. Tiene dos mil quinientos años pero aún no ha calado en la mayoría de los cerebros. ZP, Pablo Iglesias II... siempre los gabachos.

Compartir el artículo

stats